El mundo de las startups es fascinante. Nos enamora. Es la inestabilidad por naturaleza. Es el estar arriba y abajo al mismo tiempo. Es lo que te obliga a pensar que vas por el buen camino y al día siguiente hay que dar un giro de 180°. Es la fuerza que te hace levantarte de la cama o querer estar todo el día en ella. Es lo que te hace enfrentarte a tus miedos y superarlos. Es lo que en definitiva, te hace diferente.
Y ya que has lanzado tu startups y te has atrevido a soñar, ¿qué tal si haces que funcione?. Entre los altos índices de fracaso de las startups hay muchos factores que influyen: negocio no rentable, equipo no adecuado, estrategia errónea. No hablaremos de todos ellos, hoy nos centraremos en la parte tecnológica, que es un aspecto que tendrás que cuidar también para que tu startup no fracase.
Tu equipo o un equipo externo
Para la parte tecnológica existen dos visiones. Una de ellas es la de montar tu propio equipo dentro de la startup. Sin duda es una buena opción. Tener el equipo dentro de casa es tener un equipo estable y comprometido. Por contra, los costes pueden ser altos y la posibilidad de que te quedes sin fondos en la parte de desarrollo es alta.
Por otro lado, puedes subcontratar un equipo externo. Lo bueno, es que controlarás perfectamente tu gasto y seguramente el desarrollo será más rápido. Lo malo, que corres el riesgo de que el equipo no esté comprometido.
Existe una tercera opción que es tener un equipo mixto. Puede que tu CTO esté contratado en tu startup y que subcontrates los servicios a un equipo externo de desarrollo dirigido por él. Esta opción combina los pros y contras de las dos anteriores.
Aplicar la tecnología adecuada
Vemos últimamente muchos casos de startups que nacen con una herramienta muerta desde el principio. Es necesario tener contacto con las tecnologías más modernas, los lenguajes de programación maduros y ajustar bien tus necesidades a ellos. Busca super-especialistas.
No es necesario matar a moscas a cañonazos. Por ejemplo, si vas a montar un simple blog, no tendría sentido realizar un desarrollo a medida, ya está WordPress, por ejemplo. Del mismo modo, si vas a montar un sistema complejo con consultas complicadas y respuesta en tiempo real, no uses Joomla! por ejemplo. Se quedará pequeñito.
Tecnologías que están de “moda” en startups hoy en día: Node.JS, Ruby on Rails, Django, AngularJS, JQuery, AWS, Git/SVN, HTML5, responsive.
Aplicar la metodología adecuada
El desarrollo de software requiere de una planificación y metodología adecuada. No cometas el error de no definir adecuadamente las funcionalidades que necesitas. No es necesario que hagas un documento de requisitos super detallado y que nadie se leerá. Existen hoy en día metodologías ágiles que ayudan a definir bien las tareas y a que todo el mundo hable el mismo idioma.
Metodologías o términos que están de “moda” en startups: Agile, Scrum, Kanban, MVP, Bootstrapping, historias de usuario, Sprints, Stand-ups… Todas estas cosas parece que están muy probadas en Startups y que ayudan a ahorrar y a poder cambiar de rumbo rápidamente.
Empatizar – El equipo de desarrollo debe de aportar mayor valor
Quizás lo más difícil de conseguir. Necesitas que tu equipo de desarrollo, ya sea interno, externo o mixto, empatice y entienda bien el modelo de negocio de tu startup. Esto que parece sencillo es, bajo el punto de vista de expertos, lo más complicado.
Los CEOs de las startups necesitan que el equipo de desarrollo entienda las prioridades en las tareas a desarrollar, los criterios que se adoptan a la hora de pintar algo en una web o app, el cuidado por la estética, etc.
Es importante que el equipo de desarrollo sea abierto y tenga la mente abierta. No es bueno que exista un desarrollador “talibán” porque hay veces que las cosas pueden hacerse de varias formas. Necesitas que el equipo tenga flexibilidad y adaptabilidad.
De esta manera tendrás un equipo de desarrollo que te haga crecer y contemplar ideas para la startup que igual no habías pensado. Deja hablar a la gente y que sugieran nuevas cosas. Pon en valor ese conocimiento.
Ganas e ilusión
No es un aspecto tecnológico este de las ganas e ilusión pero ya estamos cansados de ver equipos de desarrollo sin ninguna ilusión de aportar valor, de aprender nuevas cosas y sin ganas. Esto hundirá tu startup. Necesitas gente que le guste el proyecto y que quiera aprender más. Necesitas gente que quiera viajar contigo y sumergirse en la idea.
La moral de un equipo de desarrollo es lo que hace que el equipo pase de buenos programadores a excepcionales programadores. Ser programador no es sólo tirar código y saber de servidores, es querer aprender continuamente. Es querer resolver enredos y es no poder dormir dándole vueltas a cómo solucionar el último ‘issue’ detectado.